Indudablemente, pasar más tiempo con mi gato.
Ver crecer las plantas.
Ver pasar las nubes.
Ver atardeceres.
Cambiar de forma sustancial mis conversaciones y convertirlas en sonidos guturales como de ornitorrinco.
Dar grandes discursos en casa.
Hacer más listas.
Ir al zoo a contarle a las hienas mis planes para dominar el mundo.
Leer libros que ni sé que existen.
Hacer el trayecto mental hacia mi actual trabajo, darme la media vuelta y volverme a dormir.
Montar en bici cada día.
Ir al cementerio a hablar con mi madre, y pedirle consejo.
Ver a gente que hace tiempo que no veo.
Esperar el fin del mundo como la Dunst en Melancholia.
Apuntarme al paro.
Dejarme ir.
Observar más a la gente e imaginarme sus vidas.
Aprender a bailar.
Fundar un país nuevo.
Hacer necroturismo sin descanso.
Discutir con algunas ideas sobre la conveniencia de la cerámica y el sexo en los desayunos.
Buscar editorial.
Dibujar hasta que me sangren las manos.
Sentir que otra vida es posible.
2 de diciembre de 2011
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1 comentario:
es posible =)
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